En México 7 de cada 10 estudiantes sufren de Bullying o acoso escolar (CNDH); y uno de cada seis jóvenes se suicida (PGJ). Estas cifras me han alarmado ya que no se ve por ningún lado que disminuya, al contrario va en aumento de forma impresionante. De las cosas más alarmantes es que las autoridades educativas en los planteles escolares, en su mayoría no aceptan que este problema se da en su plantel; esto agudiza y potencializa el problema.
El acoso escolar tiene consecuencias a corto, mediano y largo plazo. Afecta en todos los niveles sociales.
Pongamos en la mesa algunos datos importantes:
-México Ocupa el primer lugar internacional de acuerdo con estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar internacional en casos de bullying entre estudiantes de secundaria. Indicó que el número de casos de acoso o bullying en el país ha aumentado y afecta a 40% de los 18 millones 781 mil 875 alumnos de primaria y secundaria, en instituciones educativas públicas y privadas.
-En noviembre de 2012, un estudio de la compañía de seguridad informática McAfee indicó que el 47% de las jóvenes entre 12 y 16 años en México ha sufrido algún tipo de agresión a través de las diversas redes sociales. 2 de cada 3 jóvenes ha sido testigo de alguna agresión en línea, mientras que el 92.6% afirma que la red social más usada para realizar dichos ataques es Facebook; seguida de Twitter, con 23.8%.
-En el estado de Tlaxcala la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y el Consejo Estatal de Población (Coespo) Expusieron que de acuerdo con un estudio denominado “Hábitos de comportamiento estudiantil y fenómeno del bullying en Tlaxcala”, en promedio 4 de cada 10 alumnos de educación básica y bachillerato sufren o han sufrido acoso escolar. Descubrieron que existen de uno a dos agresores por cada aula y siete de cada 10 son varones los que proclaman insultos, ponen apodos, hacen difamaciones o amenazan, agreden e intimidan. Cinco de cada 100 agresores son alentados por compañeros. El estudio que realizaron es uno de los más completos que existen hasta hoy en México.
– Investigaciones del Instituto Politécnico Nacional y de la Universidad Nacional Autónoma de México detallan que de los 26 millones 12 mil 816 estudiantes de los niveles preescolar, primaria y secundaria, alrededor de 60 y 70 por ciento ha sufrido bullying
-Pero la cifra más escalofriante que encontré fue, que uno de cada seis jóvenes victimas de bullying se suicida, de acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR).
-Durante el año pasado murieron más de cinco mil menores por causas relacionadas con el bullying, informo José María Martínez, secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado.
¿A partir de estos datos me pregunto si estas segura/o de que ningún familiar tuyo es víctima, agresor o ha sido testigo del acoso escolar? ¿Cuántos padres de familia no tienen ni idea de lo que pasan sus hijos en las escuelas? ¿Cómo puedes saber si en la escuela de tu hijo se han detectado casos de bullying? ¿Cuántas familias llenan de golpes a sus hijos que se transforman en acoso en los centros educativos? ¿Cuántas autoridades educativas se hacen de la vista gorda ante tal problemática? ¿Sabías que solo ser testigo del bullying tiene consecuencias? Desafortunadamente los padres de familia son los últimos en enterarse.
Seamos claros el acoso escolar siempre ha existido. Tan solo recordemos el acoso escolar del que fue víctima Benito Juárez, al entrar a estudiar la carrera de derecho. Tal vez lo viviste de una u otra forma.
Pero si siempre ha existido el bullying ¿por qué ahora esta tan fuerte? Las sociedades han cambiado, México se ha vuelto un país con mucha violencia. El problema del acoso escolar es multifactorial y tiene consecuencias para todos y todas de una u otra forma.
El Acoso escolar es la reproducción del ambiente generalizado de violencia que la sociedad mexicana tolera e incluso aplaude: al agresor se le llega a dar el papel de líder.
Una investigación realizada en el Distrito Federal por Nelia Tello Peón, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), concluyó que las autoridades educativas, padres de familia, maestros y medios de comunicación culpan de este fenómeno exclusivamente a niños y adolescentes, cuando en realidad ellos no son los responsables, sino víctimas de una violencia habitual que ven en la familia, el entorno cercano a los colegios, en los barrios y en los medios. Las cifras que arroja ésta investigación son muy interesantes. Solo por nombrar algunos: en los hogares donde se imponen reglas, solo el 56 por ciento de éstas se cumple, lo cual es “reflejo de lo mismo que sucede en el país. 13 por ciento de los estudiantes de secundaria ha tenido al menos una experiencia (extorsión y abuso) con la policía; 33.5 por ciento tiene un familiar en prisión, sea por una razón justa o injusta; a 18 por ciento no le gusta ir a la escuela y prefiere estar en casa cuando no están sus padres; 9 por ciento dijo que asiste al colegio sólo para salir de su hogar; entre 5 y 7 por ciento se siente excluido entre sus compañeros; 6 por ciento ha pensado dejar los estudios y 38 por ciento no confía en los maestros.
Ahora pasemos a dejar claro que el problema de acoso escolar afecta de distinta manera al agresor, la víctima y a los testigos. También hay una importante diferencia entre tener una experiencia ocasional de violencia escolar o participar del bullying de forma aislada, a verse involucrado, tanto como víctima o agresor, en fenómenos prolongados y crueles de acoso sistemático.
Algunas consecuencias para el agresor:
- Bajo rendimiento académico, fracaso escolar y rechazo a la escuela
- Muchas conductas antisociales y delictivas
- Dificultades para el cumplimiento de normas
- Relaciones sociales negativas
- Extroversión
- Autoconcepto negativo pero alta autoestima y nula autocrítica
- Falta de empatía
- Falta de sentimiento de culpabilidad
- Crueldad e insensibilidad
- Ira e impulsividad
- Baja responsabilidad
Algunas consecuencias para la víctima:
- Bajo rendimiento académico y fracaso escolar
- Ansiedad y depresión
- Sentimiento de culpabilidad
- Autoconcepto negativo, baja autoestima y autodesprecio
- Terror y pánico
- Tristeza y autolisis (Ideación de suicidio)
- inseguridad, alteraciones de la conducta; introversión, timidez, aislamiento social y soledad
- Baja popularidad
- Baja apertura a las relaciones sociales
- Muchas creencias irracionales
- Baja satisfacción familiar
- Baja responsabilidad, actividad y eficacia
- Síndrome de estrés postraumático
- Rechazo a la escuela
- Ira
- Manifestaciones neuróticas
- Insomnio
- En casos más extremos, suicidio.
Consecuencias para los espectadores:
- Miedo
- Sumisión
- Perdida de empatía
- Desensibilización de actos violentos
- Insolidaridad
- Interiorización de conductas antisociales y delictivas para conseguir deseos
- Sentimiento de culpabilidad
Casi al inicio de éste articulo comentaba las secuelas en la vida adulta del fenómeno del Bullying o acoso escolar; En ese sentido, un estudio realizado por la Universidad Duke, coordinado por el doctor William Copeland y publicado a finales de febrero pasado en la revista Jama Psychiatry, reveló que los problemas sicológicos y secuelas producto del bullying pueden durar al menos hasta 20 años.
Diferentes estudios han demostrado que en la vida adulta se siguen padeciendo las consecuencias negativas de haber sufrido acoso escolar en la infancia. Además, se ha demostrado que a más tiempo de haber padecido bullying, más intensas y duraderas son las secuelas negativas que deja en el adolescente y en el adulto.
El abuso padecido en la infancia puede tener un impacto persistente en las víctimas, que se manifiesta a lo largo de los años, incluso al llegar a la vida adulta. En cuanto a las secuelas que aparecen, se debe distinguir entre:
- Desajustes psicosociales: sentimientos de infelicidad, bajo nivel de confianza y autoestima, desajuste escolar, bajo rendimiento académico, desmotivación para escoger futuro profesional, etc.
- Problemas psicológicos: síntomas psicosomáticos, trastorno de la ingesta, uso de sustancias tóxicas, ansiedad, depresión o ideación suicida.
- Síntomas psicóticos: estudios han demostrado que los niños que han sufrido acoso escolar tienen más posibilidades de sufrir alucinaciones auditivas o visuales, delirios o ideación paranoide en la adolescencia. Se interpreta que el estrés crónico secundario al abuso escolar actúa sobre la predisposición genética a la esquizofrenia de un menor, pudiendo desarrollar esta enfermedad en la edad adulta.
También existen consecuencias que alcanzan la etapa adulta para los agresores, si estos mantienen una actitud de dominio con respecto a los demás, ya que tendrá menos posibilidades de desarrollar habilidades sociales adecuadas para establecer relaciones adaptativas de amistad o de pareja. En los casos más graves, estas conductas agresivas y autoritarias mantenidas a lo largo de los años, en diferentes ambientes, hacen más probable un perfil delictivo en la vida adulta.
Así mismo, los espectadores también sufren las consecuencias de haber vivido en un entorno regido por el abuso y el maltrato. Dichos espectadores, en la vida adulta, pueden mostrar tendencia a la insensibilización ante el sufrimiento de la víctima o generar la creencia de que la violencia es inevitable, con la implicación emocional que ello implicaría en sus relaciones interpersonales.
Creo que ya tenemos muy claro que el problema de acoso escolar o bullying no es para nada un asunto menor. Como lo dije antes es un fenómeno multifactorial y se debe de abordar desde diferentes ángulos. Ya hay una iniciativa federal en el congreso, que hasta el día de hoy no termina de aprobarse “La Ley Antibullying”. En este sentido, sólo los estados de Nayarit, Puebla, Tamaulipas, Veracruz y el Distrito Federal cuentan con una ley específica para prevenir el acoso escolar. No caigamos en el error de creer que de aprobarse a nivel federal la dicha ley, se resuelve el problema. ¿Acaso bajaron los secuestros cuando subieron los años de condena por éste delito?
Empecemos por reconocer el tamaño del problema. ¡Aceptarlo! Abramos los ojos. Tan solo hace unos meses en la Fundación que tengo el honor de presidir, diseñamos un proyecto integral: “Contra el Bullying Cultura de Paz y No Violencia” en él, contemplamos capacitaciones a los alumnos, maestros y padres de familia, así como el acompañamiento profesional a la víctima, agresor y testigos entre otras cosas. Dicho programa fue diseñado por psicólogas sociales y clínicas, sociólogos y trabajadoras sociales. Intentamos llevarlo a cabo en una primera etapa en escuelas particulares pero ninguna autoridad educativa, considero que su institución lo necesitara. Incluso en una escuela donde teníamos previamente información de primera mano de problemas de bullying. La directora nos dijo que tenía más de 20 años de experiencia en la docencia y que en su escuela ya había tomado cartas en el asunto, que contaban con un sistema de cámaras de vigilancia mismas que nos enseñó; pero aun con su sistema de vigilancia y su experiencia sucedía.
Las distintas ocasiones que llegaba a tocar el tema entre amigos, compañeros de trabajo o familiares, al principio casi todos negaban haber sido víctimas de bullying; pero conforme platicaba experiencias propias y ajenas, los demás empezaban poco a poco a reconocer haberlo visto o vivido. Contando sus propias experiencias.
Reflexionemos sobre nuestra responsabilidad, para que baje los niveles de violencia en las escuelas. Que el acoso escolar logre ser radicado. Pensemos en la sociedad que estamos formando y de la cual somos, nos guste o no cómplices. Todas y todos podemos hacer algo para que los datos estadísticos no sigan subiendo. ¿Sabes si en la escuela de tus hijos, sobrinos, hermanos tienen algún tipo de protocolo o programa contra el bullying? ¿Capacitación en el tema? ¿Tu estas capacitada/o para enfrentar esta problemática en tu hogar? Si fuiste víctima en algún momento de acoso escolar es importante identificar qué problemas padeces actualmente. ¿Qué nivel de gravedad, y qué interferencia tienen en tu vida diaria?… Y tal vez ni cuenta te has dado.
Si te interesa una conferencia sin costo en alguna institución educativa para padres de familia, profesores o alumnos ponte en contacto con la “Fundación Multidisciplinaria Espacio Abierto Sin Fronteras A.C.” (www.galeon.com/fundacionespacio) al número celular 55 8538 7072 puede ser vía Whattsap o Line, correo electrónico: fundacionsinfronteras@gmail.com; también para integrar alguna escuela al programa “Contra el Bullying: Cultura de Paz y No Violencia” Luchemos por un ambiente libre de violencia para la niñez, adolescentes y las y los jóvenes.
Carlos Dorado
Twitter: @Carlosdorados
Facebook: https://www.facebook.com/dorado.carlos
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