Antes de empezar a hablar del Quijote y del Padrenuestro, analizaré el concepto de hiper-realidad y posmodernismo.
La hiperrealidad, es un termino semiótico que se utiliza para distinguir la incapacidad que tiene la conciencia entre la realidad y la fantasía, particularmente en esta época donde los medios masivos están presentes en cada instante de nuestra vida. La hiperrealidad se pregunta si es posible crear una realidad “verdadera”, dentro de lo que cabe en un mundo donde la tecnología predomina y crea infinidad de realidades modelándola a su gusto y al mismo tiempo creando de la realidad ajena un modelo a su conveniencia, es decir, que los medios te sitúan y te hacen sentir en una realidad que es no es la que se vive.
La persona hace de su realidad una escultura, así, acomoda su vida a partir de un molde. Esta necesidad de buscar otra atmósfera, puede tener muchos sentidos más allá de si se está a gusto con uno mismo, es simplemente que se busca trascender lo que se vive o darle un sentido ajeno, como una manera de sentirse parte de un mundo en el cual se está lejano; la hiperrealidad nos hace vivir nuestra vida a través de otro.
Baudrillard, el filósofo francés y crítico nos dice: “el ser humano posmoderno vive subjetivamente, reemplazando su realidad por una copia ilusoria la cual necesita más que la experiencia un signo o un símbolo que le dé u otorgue sentido a esa realidad”, por ende la realidad es devorada por el objeto material el cual le da un significado subjetivo a la verdadera esencia provocando una felicidad falsa, por ejemplo, una persona que tiene miedo y escucha música que lo tranquilice, entra en una hiperrealidad porque se sitúa en una realidad que no está viviendo.
El mundo posmoderno creado así por la comunicación media, ayuda y promueve el manejo de la realidad a la disposición de la imaginación y de los anhelos, de esta manera cualquier persona se puede crear una realidad ajena a la suya, es decir, una persona de 70 años puede crearse una realidad de un joven de 20, creando una simulación de algo inexistente.
Este mundo posmoderno, nombrado así a partir del año 70, sociológicamente se considera como un sistema al que le falta totalidad, que no tiene unidad ni una coherencia, y se percibe como el paso siguiente al fracaso moderno el cual se basaba en autoridad intelectual, científica y teológica, dando paso a la cultura popular, pero esta cultura popular es completamente hiperrealista.
Ahora que he definido brevemente los términos hiperrealidad y posmodernidad entraré de lleno al tema.
El Quijote de la Mancha y el Padrenuestro son dos claros ejemplos de la hiperrealidad, y esta se percibe de dos maneras, desde lo externo a lo interno.
- Desde lo externo es un signo, porque se percibe en la vida del ser llamado “artista, intelectual y religioso”, ¿por qué?, es muy simple la respuesta, el Quijote es el libro que más se nombra, se pronuncia, se cita, pero al mismo tiempo es el libro menos leído, el Quijote de la Mancha, es un signo que al nombrarlo parece crear alrededor de quien lo nombra una postura de “intelectual” una persona culta aunque esta no lo sea. El Quijote de la Mancha se ha convertido en eso, un signo que da intelectualidad, conocimiento e incluso sabiduría a quien habla de él, aunque este nunca lo haya leído.
- De igual manera el Padrenuestro, es un signo del cristianismo, se dice todos los días, miles de creyentes lo pronuncian y se le nombra la oración principal, pronunciarlo hace a la persona sentirse fiel a Dios, pensar que cumple con su religión, incluso provoca cambios de postura de aquel que lo pronuncia, abren las manos, parecen entregarse a un Dios que no conocen, y me atrevo a decir, que no lo conocen por la sencilla razón de que no se cuestionan su fe, simplemente creen, pero donde no hay razón, no hay reflexión ni interioridad. Por lo tanto se queda en un signo que hace al creyente al pronunciarlo pretender que es parte de un algo, en este caso de su religión, pero, el Padrenuestro no es comprendido en la mayoría de sus casos por aquél que lo pronuncia, desde el momento en el que no se sabe si se dice el Padrenuestro escrito por san Mateo 6, 7-13, Lucas 11, 2-4, o Juan 17, 1-26, (el cual no tocaré por tener una realidad teológica alejada del tema).
Enunciemos esta oración. Según san Mateo.
Padrenuestro que estás en los cielos
santificado sea tu nombre
venga tu reino
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo
nuestro pan cotidiano, dánoslo hoy
y perdónanos nuestras deudas
así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores
y no nos dejes caer en tentación más líbranos del mal.
Según san Lucas.
Padre, santificado sea tu nombre
venga tu reino
danos cada día nuestro pan cotidiano
y perdónanos nuestros pecados
porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe
y no nos dejes caer en tentación.
A primera escucha podríamos decir que no hay diferencia, pero si la hay, diré los puntos centrales:
SAN MATEO |
SAN LUCAS |
Habla del cielo, pero aquí el cielo no es un lugar físico, el cielo teológico es un lugar que se encuentra en el interior del ser humano. Pero este significado se ha olvidado, y se ha hecho creer que existe un cielo como lugar. |
En cambio, san Lucas, no separa, cielo de tierra por ende no separa humanidad de divinidad. |
NUESTRO – aquí existe la posesión de un Dios, se enfatiza la posesión de la persona humana a su Dios, esto implica un carácter de esclavitud, al hacer algo nuestro se está poseyendo y modificando a voluntad, como lo enfatiza un verso después |
Sólo menciona Padre, aquí hay libertad, se nombra a Dios como alguien cercano, se le llama de una manera real, como cuando se busca a una persona a la cual se necesita, a la cual se le pregunta. |
HAGASE TU VOLUNTAD – aquí el fiel se pone a disposición de Dios, de la divinidad, se entrega hace que su realidad sea la realidad que Dios quiere que sea. |
No habla de la voluntad de Dios, este silencio enmarca, que deja la responsabilidad de los actos a cada persona no a Dios. La inexistencia de la voluntad de Dios, hace al ser humano libre. |
ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO – existe una separación, se muestran dos realidades distintas para el creyente, una que se vive y otra que está por venir, esto hace que se viva en un realidad falsa ya que el creyente se prepara para una vida que cree construir en un lugar físico inexistente, a demás lo separa de su divinidad. |
No menciona ni tierra ni cielo, esto significa que se percibe al ser humano como uno, como un ser que tiene a la divinidad en sí mismo(a), lo cual lo hace real y enaltece su unidad, lo percibe como un ser que tiene la humanidad y la divinidad en sí mismo. |
PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS – hablar de deudas es tener una obligación moral, es como pagar una renta fija la cual es constante, perdonar esto hace que el ser humano se sienta esclavo y a la vez tiene a Dios como un utensilio para calmar su conciencia, sacándolo de la realidad de sus actos. |
PERDÓNANOS NUESTROS PECADOS – en cambio pecado, habla de una mala elección, de una decisión mal tomada que no esclaviza al hombre ni a Dios en una relación constante e inseparable. El pecado es una falta de perfección. |
MÁS LIBRANOS DEL MAL – aquí entra un concepto moral, a demás de que se hace responsable a Dios de los actos, es decir, si pasa o se realiza algo que o nos dañe se dirá “es voluntad de Dios”, porque no nos libró de esto, dejándonos un Dios paternalista que tiene que resolver nuestros problemas. |
Al no nombrar el concepto mal, san Lucas sólo pide que se otorgue sabiduría para tomar la mejor decisión. Hace al hombre independiente y libre, por ende divino. |
El breve análisis mencionado, es para resaltar la falsedad religiosa en la cual se vive a través de una oración tan hermosa, la Iglesia como segundo poder, la utiliza a su conveniencia creando una realidad distinta a todo el que cree, al fin que confía y el cual cada vez que la pronuncia se siente culpable y a la vez salvado, esta hiperrealidad, está diseñada para dominar, por eso se enfatiza más el lenguaje de san Mateo a diferencia del lenguaje de San Lucas. En este Evangelio el ser humano se ve como una unidad creada de humanidad y divinidad, en cambio en san Mateo se deja ver un humano separado de su Dios. Esto provoca seres incompletos, que viven no en una realidad fortificada por su fe, sino en una hiperrealidad religiosa que les hace sobrellevar su vida.
Ahora entraré al Quijote de la Mancha, protagonista de este escrito. Es interesante saber que la voz Quijote tiene dos significados, uno muy desconocido, y es el que término Q´jot– que en arameo significa “verdad”, como lo enuncia Dominique Aubier, y su otro significado es Quijote como una parte de la armadura que protege el muslo.
El Quijote, de Cervantes Saavedra se divide en dos partes “El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha” escrito en 1605, y “El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha “escrito en 1615.
Importante es destacar que Hidalgo es aquél a quien se considera como el más bajo de la aristocracia castellana, a demás de nombrar a la persona que es generosa y noble, y Caballero, a demás de ser aquél que anda a caballo, es quien se comporta cortésmente, y una persona que pertenece a las órdenes de caballería, de esta manera se puede describir al Quijote como un hombre que a pesar de pertenecer a la más baja aristocracia es un hombre generoso y noble, que vive una realidad independiente a la verdad social, pero ¿cuál es la verdad, acaso la verdad no es lo que se está viviendo, más allá si pertenece a lo que socialmente se estipula como realidad? esta pregunta, es algo misteriosa cuando se sabe que Q´jot, significa verdad, en la lengua del así llamado “Hijo de Dios”.
Este ingenioso hidalgo después ingenioso caballero, vive en un mundo ajeno a la realidad de los otros, en una hiperrealidad creada a través del signo que le otorga la armadura, pero sobre todo el signo que le otorga su interioridad e imaginación, frente a esto, se encuentra un personaje que convirtió a su autor en una hiperrealidad, ya que Cervantes quedó extraviado en la realidad del Quijote. Lo dicho anteriormente, parece un enigma o un acertijo, pero, es interesante de ser analizado. A lo largo del tiempo, se ha dicho que esta obra de la Literatura Universal es una novela que se burla de las novelas caballerescas, pero es raro leer que es la novela de un hombre que intenta conquistar su realidad a través de sus anhelos, de ser alguien más allá de lo que era, a través del ansia de promover el amor, la paz, la armonía, en este Hidalgo, todo tiene como punto el encuentro con la doncella, es un hombre al que no le interesa ser nombrado por su nombre, por eso, este aparece hasta el final de la obra “Alfonso Quijano”, antes no es necesario, porque el Quijote es un hombre del mundo, es nadie y a la vez es todos.
En cada lugar en el cual se presenta el Quijote, las personas continúan con su historia no se la niegan, se burlan en un principio, pero después lo hacen sentir en una realidad, así el Quijote queda como un símbolo del anhelo de toda persona de ser algo más allá de lo que se es. El Quijote también representa la inocencia del ser humano, esa que no se debe perder al ver al otro, él ve a una prostituta como una doncella, porque eso es lo que es cada mujer, sin importar el camino que haya decido tomar, su actitud dice en silencio aquellas palabras de Jesucristo “El que esté libre de pecado que tiré la primera piedra”, hace notar que el amor idealiza y ve al amado(a), como lo más grande, esto se simboliza en Dulcinea del Toboso quien es una moza labradora, esta libertad se hace notar en su fe, que no es religiosidad, en él, su fe percibe a Dios de una manera auténtica, lo acerca más a un Dios padre como lo describe san Lucas en su Padrenuestro, o incluso en la manera en la cual lo pronuncia san Juan, pero no lo percibe como el Dios enunciado en el Padrenuestro del evangelio de san Mateo.
El Quijote es un símbolo como personaje y es un signo como literatura, de la misma manera que el Padrenuestro es un símbolo para la fe y un signo para la religión y el creyente, en ambos, la hiperrealidad los predomina, en ambos, la manifestación del ideal utópico es la base que crea al personaje, el ambiente y que en cada lector desarrolla una posición cultural. Pero, esta posición es creada a través de artificios de una no realidad que crea una realidad inexistente y que devora la humanidad del creador, tanto de Cervantes como de Jesucristo.
Este caballero andante, muestra la dualidad tan necesaria para el crecimiento espiritual y tan fundamental para el conocimiento humano.
El Quijote es el personaje que cumple con los ideales transmitidos en el Padrenuestro de san Lucas, y la atmosfera a su alrededor, es decir, los otros protagonistas, son los ideales sometidos por el Padrenuestro de san Mateo, están realidades se enfrentan y crean una hiperrealidad, porque, ¿cuál es la verdadera realidad, cuál de las dos reacciones es la verdadera, para ambas partes lo que se vive es lo real y la locura o la falsedad lo que vive el otro?, de ahí las palabras de Umberto Eco al decir que todo es una “Falsedad auténtica”, porque nada es verdadero para el que acompaña, pero es completamente autentica para el que lo vive. ¿Qué vida era la falsa para el Quijote, su vida como caballero o su vida común en la cual no estaba presente porque anhelaba otra cosa?, ¿cuál vida es la verdadera, la de un pueblo que sobrevive y que toma vida en cuanto se relaciona con la hiperrealidad de un personaje?
Es relevante analizar que en muchos estudios se considera la novela de Cervantes como una novela realista, cuando esta dotada de una hiperrealidad completa, frente a la oración del Padrenuestro considerada hiperrealista, por utópica cuando simplemente define la realidad de lo que es en esencia el ser humano.
Así manifiesto que el Quijote de la Mancha cumple con lo estipulado en el Padrenuestro de san Lucas, siendo irónico que una realidad pronunciada por un hombre se cumpla en un personaje ficticio, acto que me hace pensar lo alejado que estamos de la realidad, tanto que ésta no puede cumplirse más que en aquello que es ficticio, por la sencilla razón de que no se tiene la voluntad y porque se nos ha alejado de esta. El poder manifiesta y promueve a través de los medios aquello que debe sernos servicial transformando nuestro día en hiperrealismo, y alejándonos de un encuentro que nos revele nuestra verdadera humanidad.
La realidad es individual, es real para quien la vive e hiperrealista para el otro, pero este acto hace al ser humano libre, único, como lo menciona san Lucas y como lo remarca el Quijote, este acto provoca reflexión y hace percibir al otro, pero esto no conviene a los poderes, de ahí que los media y la religión desarrollen ilusiones que provocan una hiperrealidad en conjunto, porque la persona deja de ser autónoma para convertirse en masa. Es muy diferente decir “Padrenuestro” a Padre, el primero crea una visión comunitaria de Dios, mientras la segunda hace a Dios individual, personal, como lo es el padre de cada uno de nosotros.
El Quijote rompe las barreras, hace a un personaje, persona y convierte a la persona de Cervantes personaje, esto es clave para aclarar el hecho del por qué expongo al “Quijote de la Mancha como realidad del Padrenuestro e hiperrealidad del posmodernismo”, el Quijote, un personaje ficticio cumple en cada uno de sus actos con lo solicitado en el Padrenuestro de san Lucas y se convierte en un ser hiperrealista en este tiempo, porque ahora la masa cubre la reflexión, porque el posmodernismo al no crear reflexión y negarla crea placeres momentáneos, perdiendo la esencia de las personas en la opinión general, y se vive conforme a la moda, se habla conforme un lenguaje impuesto y se ora o se niega a Dios conforme al circulo social.
El Quijote y el Padrenuestro de san Lucas son el reflejo de lo que debería de ser nuestra realidad, en cambio somos el reflejo del Padrenuestro descrito por san Mateo, seres en masa que separan su divinidad de su humanidad, personas que juzgan al otro dependiendo nuestra postura olvidando la pureza y el valor de las diferencias, somos seres hiperreales porque manipulamos nuestra realidad dependiendo el circulo el cual pertenecemos, modificamos nuestras creencias y tomamos posturas intelectuales para crearlos una luz falsa, de esta forma nuestra luz es la que refleja una lámpara a diferencia de la luz del sol, la hiperrealidad nos ha convertido en seres artificiales.
El Quijote de la Mancha, nos conduce a preguntarnos sobre nuestro lugar de origen y nuestro lugar de muerte, ¿lo tenemos, lo hemos comprendido, lo sabemos?, o nuestro camino está formado de tantos lugares comunes y falsos que tienen un lugar físico pero no un lugar en nuestro interior, como lo es el cielo de san Mateo, a diferencia de ese lugar tan buscado, “la Mancha”, el cual no se sabe donde se encuentra realmente, pero ese lugar físico no encontrable tiene un lugar real en el interior del Quijote, y forma un lugar real en nuestra mente, tan real que es increíble pensar que no existe, como lo sería el Reino del Padre de san Lucas, de ahí la insistencia en posesionarlo físicamente, este personaje/persona es un ser real, de ahí el Q´jot, arameo, pero en contraparte estamos nosotros, seres posmodernos que anclados en un lugar físico buscamos posesionarnos de otro, de ahí el Padrenuestro, no el Padre, que nos hace enfrentarnos a nosotros mismos.
Para concluir preguntaré, ¿Cuántos han hablado del Quijote de la Mancha sin leerlo, cuántos han orado el Padrenuestro sin saber lo que oran? ¿Cuántos nos hemos posesionado de un personaje ficticio para crearnos una postura intelectual, cuántos hemos olvidado, burlado, rezado el Padrenuestro sin comprenderlo tan sólo para crear una postura contrareligiosa o religiosa?, por último escribiré, que el Quijote me ha llevado a comprender que la hiperrealidad es la realidad que me he creado para sobrevivir, no vivir, esta posmodernidad.
Martha Leticia Martínez de León… Silencio
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